"JOHANN BUDDENBROOK (padre) PERMANECÍA SENTADO A LADO DE LA CAMA...TENIENDO ENTRE LAS MANOS LAS DEMACRADAS DE LA VIEJA NETTE...
...EL ANCIANO DEBÍA RECORDAR CUANDO CUARENTA Y SEIS AÑOS ATRÁS SE HALLÓ...JUNTO AL LECHO DE MUERTE DE SU (primera) ESPOSA; COMPARABA SEGURAMENTE LA CIEGA DESESPERACIÓN QUE ENTONCES SINTIÓ CON LA PROFUNDA MELANCOLÍA DE AHORA, EN QUE, VIEJO TAMBIÉN, CONTAMPLABA EL ROSTRO ALTERADO, INSENSIBLE Y TERRIBLEMENTE INEXPRESIVO, DE AQUELLA MUJER QUE JAMÁS LE DIERA FELICIDAD, PERO QUE TAMPOCO LE CAUSARA GRAN DOLOR, VIVIENDO A SU LADO DURANTE LARGOS AÑOS, ORDENADA, DISCRETA...Y QIE AHORA SE MARCHABA LENTAMENTE"
THOMAS MANN, "LOS BUDDENBROOK", PARTE SEGUNDA, CAPÍTULO IV
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