Una legión de filósofos surca los medios desde que estalló la pandemia
y, aunque muchos de ellos intentan mostrar profundidad, se asumen más
como consejeros de autoayuda, atrapados en una retórica que bordea lo
banal.
No es necesariamente su culpa, describe a la humanidad tal como
está en esta era.
Confucio, un antecedente milenario de la actual
Academia global, enseñaba que la experiencia es una lámpara que ilumina
solo el camino recorrido.
La realidad se empeña en confirmar que esa luz
suele no no ser suficiente.
MARCELO CANTELMI, CLARÍN DE HOY
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