“Las ideas de los economistas y de los filósofos de la política, tanto
cuando son correctas como cuando son erróneas, son más poderosas de lo
que comúnmente se entiende. De hecho, el mundo está dominado por ellas.
Los hombres prácticos, que se creen exentos de cualquier influencia
intelectual, son usualmente esclavos de algún economista difunto”. (1936)
No hay comentarios:
Publicar un comentario