"Los Habsburgo...habían intentado abolir la historia, precisamente cuando las consecuencias sociales y políticas de la industrialización habian comenzado a incitar con un verdadero galardón a la adaptabilidad constitucional e institucional. Incluso en sociedadas más pragmáticas , como Gran Bretaña y los Estados Unidos...
...Siempre que era posible, Francisco José pretendió que el cambio no era realmente inevitable; cuando su existencia se hacía innegable, entonces cerraba los ojos ante los problemas resultantes; cuando los problemas se hacían abrumadores, entonces hacía todo lo posible para ventilarlos con un juego de manos de poca monta; y si ocurría alguna otra cosa, fuese lo que fuese, las fuerzas militares y el control diplomático del Palacio, con sus lámparas de aceite y sus sanitarios dieciochescos quedaban resguardados de tal manera que nada los afectase.
Sin embargo, por más que uno intente "abolir la historia", no por eso será abolida...Dada la constitución de los Habsburgo, que hacía lo imposible para no tener que lidiar con los problemas de la vida real de una manera realista, estos sólo podían manifestarse...de una manera patológica; de aquí la periódica erupción de "asuntos"...
...Y en mayor o menor medida todos aquellos "asuntos" de los años 1870 en adelante, ilustraban la misma incapacidad del orden establecido de los Habsburgo para hacer frente a los auténticos problemas del nacionalismo, la industrialización y los cambios sociales. Todas las sociedades tienen por supuesto, sus corerspondientes escándalos...la marca distintiva era el intento deliberado de la dinastía de los Habsburgo, de conservar, ya dentro del siglo XX, un estatismo institucional y constitucional que en otras partes era imposible de mantener ya, a lo sumo en 1840.
ALLAN JANIK Y STEPHEN TOULMIN, OBRA CITADA, CAPÍTULO 9
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