hay en Schubert algo que lo vuelve único: su capacidad de insinuar musicalmente. Una nota, un pasaje de mayor a menor, un instante nada más, no son declaraciones ni expresiones definidas: son insinuaciones.
Si lo grande de Beethoven es la profundidad y lo grande de Mozart, la sencillez, lo que vuelve grande a Schubert es la insinuación.
No conozco otro compositor que haya tenido esa capacidad.
DANIEL BARENBOIM, LA NACIÓN DEL 20 DE JULIO.-
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