Ahora, estos bancos paralelos —un conjunto de consorcios, aseguradoras, compañías de licitación, casas de empeño y otros prestamistas informales sujetos a una menor regulación— están en el centro de los crecientes temores sobre si la desaceleración de la economía podría desatar una crisis de deuda.
En los últimos días, el gobierno chino ha tomado medidas para controlar los préstamos irregulares. El lunes, las acciones chinas sufrieron su peor pérdida diaria en casi cuatro años luego de que el banco central anunciara restricciones al aumento del crédito.
Economistas dentro y fuera de China temen que los bancos en la sombra estén introduciendo riesgos parecidos a los del boom de hipotecas de alto riesgo de Estados Unidos, al respaldar proyectos que quizás nunca generen retornos, al no revelar completamente lo que les están pidiendo a los inversionistas que financien, y al dar la falsa impresión de que les dan a los bancos una forma de deshacerse de préstamos problemáticos, sin realmente hacerlo.
Los bancos en la sombra consiguen dinero pidiendo préstamos de bancos tradicionales o cortejando a inversionistas acaudalados en busca de retornos más altos. Pero conforme los bancos tradicionales pasan apuros para obtener fondos, disponen de menos dinero para entregarles a las entidades de préstamos paralelos. Además, la escasez de crédito podría hacer que los inversionistas duden antes de colocar su dinero en instituciones consideradas menos seguras que los bancos.
Las entidades tradicionales de China son estatales y conceden préstamos principalmente a empresas también del Estado, en detrimento de muchas otras. Las tasas son fijadas por el gobierno —que permite una competencia muy reducida— y los bancos suelen pagar intereses por debajo de la inflación, incrementando el apetito de los depositantes por retornos mayores
Allí es donde entran en escena los bancos en la sombra. En un ejemplo típico, una empresa que necesita dinero para una fábrica, autopista u otro proyecto consigue un préstamo a corto plazo con una tasa de interés alta. El banco paralelo, solo o con otras entidades, convierte ese préstamo en un producto de inversión que vende a inversionistas, con la promesa de un rendimiento mayor, financiado por los pagos del crédito
La banca en la sombra es la parte del sector financiero chino que está registrando el crecimiento más rápido. Durante años, Beijing usó el sector para probar prácticas impulsadas por el mercado que no están permitidas oficialmente en los bancos convencionales.
La banca en la sombra no está tan regulada como la tradicional y no revela mucha información sobre los proyectos en los que está invirtiendo o cuál es el desempeño de sus préstamos
Analistas y economistas aseguran que no está claro
cuántos créditos paralelos son impagos. Hasta ahora, los inversionistas no han
sufrido pérdidas reales porque los deudores en problemas han sido rescatados por
el Estado. Esto implica que el gobierno es vulnerable a sufrir mayores pérdidas
si los impagos se propagan, una preocupación creciente conforme la economía se
desacelera.
Pocos economistas prevén una crisis financiera inminente
en China, pero la ola expansiva de la banca paralela podría afectar otros tipos
de préstamos u obligar al gobierno a tomar más medidas para restringir el
crédito..."
LINGLING WEI Y BOB DAVIS, THE WALL STREET JOURNAL AMÉRICAS DE HOY.-
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