"El aumento en los precios del oro en los últimos años -desde 800 dólares la onza a principios de 2009 hasta más de 1900 dólares a fines de 2011- presentó todas las características de una burbuja. Y ahora, como todos los repentinos aumentos de precios de activos divorciados de los aspectos fundamentales de la oferta y la demanda, la burbuja del oro se está desinflando.
Una moneda cumple tres funciones: proporcionar un medio de pago, funcionar como unidad de cuenta y como reserva de valor. El oro puede constituir una reserva de valor para la riqueza, pero no es un medio de pago. Tampoco es una unidad de cuenta; los precios de los bienes y servicios, y de los activos financieros, no están denominados en oro.
Entonces, el oro se mantiene como la "reliquia bárbara" de John Maynard Keynes, sin valor intrínseco y usado principalmente como cobertura contra miedos y pánico en su mayor parte irracionales.
Sí, todos los inversores debieran contar con una muy modesta cuota de oro en sus carteras, como cobertura contra riesgos extremos de eventos excepcionales.
Pero otros activos reales pueden proporcionar una cobertura similar, y esos riesgos -si bien no han sido eliminados- son ciertamente menores hoy que en el momento cumbre de la crisis financiera global.
Aunque los precios del oro puedan subir temporalmente en los próximos años, serán muy volátiles y seguirán una tendencia menor con el tiempo, a medida que la economía global se recupere.
La fiebre del oro ha terminado."
NOURIEL ROUBINI, LA NACIÓN DEL 9 D EJUNIO.-
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