viernes, 19 de agosto de 2011

ANGELA MERKEL: LA PLATA MANDA

Si alguna duda cabía que el papel protagónico que Francia y su presidente Sarkozy tenían en la eurocris era desmesurado, teniendo en cuenta las propias dificultades, especialmente fiscales, de la economía gala, que se remontan incluso a la presidencia de Jcques Chirac, cuando Francia comenzó a incumplir lo establecido en el Pacto_de_estabilidad_y_crecimiento, la última cumbre franco-alemana celebrada en París lo ha demostrado.

En efecto, Sarkozy debio dar marcha atrás, debido a la oposición de Merkel, a su proyecto para crear obligaciones europeas respaldadas por los países más sólidos con miras a encaminar la eurocrisis; concordó con Alemania acerca de no aumentar el recientemente creado Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, dotado de E 440.000 millones y aceptó la idea de la canciller alemana de imponer disciplina fiscal a través de una regla en tal sentido, a ser incorporada en los textos constitucionales de los países de la zona euro.

Si bien, como se acordó en la cumbre, ambos países constituirán un directorio de dos miembros -Alemania y Francia- con miras a fiscalizar la zona del euro, queda claro que debido a las diferencias entre el nivel del déficit fiscal alemán y el francés en relación al producto bruto de cada uno -el galo es casi el doble que el germano- será en realidad solo uno de los miembros, Alemania, el que tendrá la voz cantante.

Esto es para Alemania y su canciller una prueba que evidencia la fortaleza económica germana, pero al mismo tiempo entraña una gran responsabilidad, similar a la que tuvo Estados Unidos a  partir de los Acuerdos_de_Bretton_Woods, después de la segunda guerra mundial, cuando el dólar se convirtió en la moneda de reserva mundial,  la que no estuvo a la altura de lo esperado, si tenemos en cuenta los desequilibrios estructurales que la economía norteamericana arrastra desde hace mucho tiempo.

Una de las principales críticas que se le hacen Angela Merkel  es "que carece del necesario sentido de urgencia que hace falta para restablecer la confianza en el euro y apaciguar la crisis" (Nicholas Kulish, The New York Times, en La Nación de Buenos Aires, 17-8-11, página 2)

En el pasado, durante la segunda guerra mundial, Alemania fue tristemente célebre por el desarrollo táctico de la llamada guerra relámpago.

El mundo y especialmente la zona euro espera hoy de la canciller Merkel  decisiones relámpago que encaucen la eurocrisis.

Si así lo hiciere, habrá pasado de ser canciller a ser estadista.-



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