(La) advirtió hace algunos años el paquistaní Tariq Ali para Europa.
Ali
sostuvo que el corrimiento hacia el centro de los partidos
socialdemócratas europeos de los 90 borró sus diferencias con la derecha
y horadó la legitimidad de esas democracias, donde la alternancia
bipartidista funcionaba como válvula de escape de cada desilusión
previa.
El caso paradigmático fue el nuevo laborismo de Tony Blair, al
que definió como “la continuación del thatcherismo por los mismos
medios”.
A partir de esas claudicaciones, según Ali, florecieron los
partidos xenófobos que recogieron primero el descontento popular con los
ajustes y la guerra, pero también se abrió la puerta al surgimiento de
alternativas más radicalizadas como las que encarnaron Podemos, Bernie
Sanders y Jeremy Corbyn.
ALEJANDRO BERCOVICH, BAE NEGOCIOS, AYER
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