"-La Condesa está en ese compartimento- le dijo el revisor.
Esas palabras le sacaron de su ensimismamiento y le hicieron pensar en su madre y en que debía ir al punto a verla.
En el fondo no la respetaba. Además, aunque el no se daba cuenta de ello, no le tenía ningún cariño. Pero la educación que le habían dado y el ambiente en que vivía le obligaban a mostrase en extremo sumiso y respetuoso con ella, y más aún cuando en realidad, ni la respetaba ni la quería"
León Tostoi, obra citada, Parte Primera, Capítulo XVI
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