Los principales 18 bancos de EE.UU., Europa y Japón acordaron con los reguladores un plan para implementar nuevos procedimientos para proteger el sistema financiero global contra el colapso de instituciones grandes. A partir de enero, los bancos esperarán hasta 48 horas antes de cancelar contratos de derivados y cobrar pagos a una firma financiera en problemas, lo que dará tiempo a los reguladores para transferir activos y algunas obligaciones a una nueva empresa “puente”. Los derivados en cuestión, conocidos como swaps, representan un mercado de US$710 billones.
THE WALL STREET JOURNAL AMÉRICAS E HOY.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario