Palermo, la capital de Sicilia, sorprende a los visitantes no solo por sus palacios, plazas e iglesias, sino también por sus teatros, que ponen en evidencia el nivel de sociabilidad alcanzado en la isla a fines del siglo XIX.
El Politeama, por ejemplo, inaugurado sin terminar en 1874, encarnó la exaltación decimonónica de la función social del teatro como "teatro del pueblo", con capacidad para cinco mil espectadores en su sala en forma de herradura.
Inaugurado en 1897 con la ópera"Falstaff" de Giuseppe Verdi, casi veinticinco años después de haberse comenzado su construcción, la que estuvo afectada por varias vicisitudes, el Massimo adhiere al mismo principio de "teatro del pueblo", pudiéndose leer en el frontis, sobre las seis columnas de la fachada "El arte renueva los pueblos, y en ellos renueva la vida".
Ubicado precisamente frente a la plaza Verdi, en la parte antigua de la ciudad de Palermo, es el teatro de ópera más grande de Italia, y el tercero de Europa.-
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