Así como Argentina tuvo su Generación_del_80, que con errores y aciertos transformó la Argentina en treinta años (1880-1910) de un desierto en un país moderno, algo similar, cien años después ocurrió en China.
En efecto, si uno le pregunta a un habitante de Beijing o Shanghai -las dos ciudades más populosas de China-, cuando comenzó el cambio, contestarán que 1980 fue el año de la bisagra, en que dejando atrás la Revolución_Cultural, con pragmatismo, una nueva élite gobernante puso, como en Argentina cien años antes, al país en la senda de la modernidad.
La transformación arquitectónica es más notable en Beijing que en Shanghai, especialmente en el llamado distrito central de negocios con sus modernas y amplias avenidas y en su calle comercial y peatonal Wangfujing, muy cerca de la Ciudad prohibida, donde proliferan shoppings, negocios de las marcas más conocidas mundialmente y grandes tiendas por departamento .
Como ejemplos de íconos arquitectónicos se pueden citar al fondo y a la derecha de la foto el World Trade Center, solo superado en altura por la China Central TV_Tower. Si este último es el edificio más alto, la sede central de la TV China, inaugurado en 2008 con sus 44 pisos es probablemente el más emblemático de la nueva Beijing.
En ese mismo año, se celebraron en China los Juegos Olímpicos, y si el Centenario_Argentino fue la vidriera elegida por la élite argentina para mostrar al mundo los progresos del país, el evento deportivo mundial lo fue para los gobernantes chinos, a través de los ampliados aeropuerto y metro, que antes de 1977 solo era usado por los empleados públicos.
También la Villa Olímpica tuvo un carácter emblemático, destacándose allí el Estadio Nacional, obra de los arquitectos suizos Herzog y de Meuron, llamado el nido de pájaro debido a la original red de acero que cubre su exterior y el Centro Acuático Nacional donde se realizaron las actividades olímpicas vinculadas con la natación, denominado popularmente por su forma "el cubo de agua".-
2 comentarios:
Muy interesantes los posts sobre China, Hugo. Me arrepiento de no haber ido nunca a ese país; tuve varias oportunidades de hacerlo y, por diversos motivos, las dejé pasar.
hacía mucho carlos que un viaje no me dejaba tan impresionado.
tampoco esas impresiones perduraban tanto tiempo después de concluído.-
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