El turismo español hizo de 2013 un año histórico, con un récord de visitantes de
60,6 millones e ingresos por más de 45.150 millones de euros.
Pero los récords ocultan otro problema del sector de mayor calado; una
auténtica carga de profundidad que amenaza los resortes del negocio con carácter
estructural. Y es que el récord de ingresos (esos 45.152 millones de euros,
según los datos del Banco de España) se ha obtenido sólo gracias al enorme
volumen de llegadas.
El récord esconde que cada turista que viene al país gasta de
media un poco menos año tras año. España ingresó de media 744 euros por cada
turista que visitó el país el año pasado, 13 euros menos que en 2012 (un 1,7%
menos) y el peor dato de los últimos cinco años.
EL CRONISTA COMERCIAL DE AYER.-
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