Como en Turquía, el banco central de la India anunció el martes pasado el aumento de sus tasas directoras. En ambos casos, el objetivo fue el mismo: controlar la inflación, alimentada por la depreciación de la moneda, y evitar la fuga de capitales.
Las turbulencias también azotan al rand sudafricano, el rublo ruso, el real brasileño y el peso argentino. En esas condiciones, es lícito preguntarse si esas fuertes depreciaciones de los últimos días no son el signo anunciador de otra crisis sistémica.
Luisa Corradini | LA NACION de hoy.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario