Con la salida del ministro Maqueda, la Corte Suprema de la Nación queda
reducida a tres jueces, en lugar de los cinco establecidos en la
Constitución.
Algunos, con intencionalidad política, han
sostenido que si la Corte demoraba sus pronunciamientos con cuatro
miembros, el problema se agravará con tres.
La realidad es que
la Corte es históricamente morosa en el dictado de sus sentencias. En
efecto, lo era cuando contaba con siete miembros, con cinco y con
cuatro.
Lo hace basado en un "dogma", sin asidero constitucional
ni legal, según el cual "La Corte no tiene plazos para expedirse",
acatado pacíficamente.
El mismo es más propio de un tribunal del
"antiguo régimen" que el de una república, y viola el mandato del
preámbulo de la Constitución de "Afianzar la Justicia"
Su similar norteamericana solo acepta anualmente un número limitado de casos sobre los que se pronunciará.
¿No habrá llegado la hora de imitarla y terminar así con el
"tiempismo", tan caro a nuestros jueces supremos, para decidir sobre que
temas pronunciarse y sobre los que se debe guardar silencio, en algunos
casos por años?
martes, 24 de diciembre de 2024
El "tiempismo" de la Corte Suprema
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