NUNCA PODRÉ OLVIDAR EL COLOR DORADO DE LA PIEDRA DE LOS EDIFICIOS DE LA PLACE DE LA BOURSE.
EN MI REENCUENTRO, AHORA AL MEDIODÍA, Y SIN ESOS INOLVIDABLES DESTELLOS, SIGO PENSANDO QUE EL MAGNÍFICO CONJUNTO ES UNO DE LOS MAYORES EXPONENTES URBANOS DE LA ARQUITECTURA CLÁSICA FRANCESA DEL SIGLO XVIII,
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