Cada vez que se acercaba el aniversario del fallecimiento trágico de Gardel en Medellín, por la televisión pasaban programas especiales en su homenaje. Como no hacía tanto que el hecho había sucedido, incluso corría un rumor que aseguraba que Gardel no había muerto, pero que había sufrido quemaduras tan severas, que se encontraba desfigurado, y por ello vivía alejado del mundo...
Las multitudinarias muestras de dolor popular que motivaron tanto el fallecimiento de Gardel en Medellín como sus exequias en Buenos Aires, fueron utilizadas por el gobierno del presidente Agustín_Pedro_Justo para hacer olvidar el descrédito que había sufrido su gobierno durante el famoso debate parlamentario sobre el marcado de carnes, a manos del senador opositor Lisandro_de_la_Torre, quien a partir de sus denuncias contra los frigoríficos extranjeros y los ministros de Hacienda Federico Pinedo y de Agricultura Luis Duhau por evasión impositiva y prácticas dominantes de mercado, fue llamado desde ese momento "El fiscal de la República" .
Recuerdo de esas noches, alrededor de la mesa familiar, mientras cenábamos mirando la tele, comentar a mi padre y a mi madre que había habido otro cantor contemporánea de Gardel que para ellos había sido tan bueno como "el zorzal criollo": Agustín_Magaldi, nombre que, tal vez, los que vieron o escucharon el musical "Evita" recuerden.
En efecto, en un breve pasaje, la protagonista le dice: "Gracias Magaldi". Esta mención estaría basada en el rumor que sostenía que ambos se conocieron en la bonaerense Junín, que el la trajo a Buenos Aires, y que una vez que Evita triunfó en la gran ciudad, se separaron.
Agustín Magaldi, al igual que Ignacio Corsini, tenían una gran fortaleza: sus voces eran brillantes, caudalosas y bien afinadas, en la gran tradición de la escuela italiana de canto, y una gran amenaza: su contemporáneo Carlos Gardel.
Corsini, como señalé en otra entrada, luego del gran éxito de "Caminito", que también era uno de los grandes títulos de Gardel, se "reiventó" como diríamos ahora, encarando existosamente los temas vinculados con el rosismo y los valses.
Para Magaldi fue todo más difícil: por un lado su repertorio era artísticamente desparejo, pero tenía una singularidad: enfatizaba el padecimiento de las clases más desposeídas, por lo que éstas lo veneraban, al tiempo que a otros les parecía cursi, y además, revalorizaba en los temas que cantaba el valor de la mujer, algo verdaderamente inusual en las letras de la época, a excepción de la madre.
Uno de sus títulos, "La muchacha del circo", es unánimemente considerada como definitiva, aún comparándola con la de Gardel.
Hoy, Magaldi, junto con Gardel y Corsini, constituyen, sin discusión, las estrellas más altas de nuestro firmamento tanguero.-
2 comentarios:
Cuando yo era chico, Hugo, principio de los cincuenta, los amantes del tango dividían sus preferencias entre Gardel y Magaldi. Después se dejó de hablar completamente de Magaldi. De él recuerdo "Nieve" y "El penado catorce". Es verdad que muchos lo consideraban cursi.
el mito gardeliano era muy fuerte carlos.
recuerdo a un personaje infaltable en las celebraciones gardelianas que se llamaba julio jorge nelson donde sentaba plaza de "experto" y "sumo sacerdote" del culto.
era tan apologético, que en mi casa le decían "la viuda"...
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