lunes, 26 de diciembre de 2011

"ARGENTINA TROPICAL"

"Los fundadores de la República proyectaron una sociedad democrática, basada en la economía de mercado, madura, pluralista, multicultural.

“Desde el punto de vista histórico pareciera que las reglas de la evolución se han invertido en el caso del sistema legal argentino: nacimos adultos y evolucionamos hacia la infancia.

“En el ámbito público sorprende escuchar interrogantes que asombrarían a Alberdi o a Tocqueville: ¿debe ser independiente el Poder Judicial?, ¿debe el Poder Legislativo allanarse a las demandas de la administración?, ¿hay separación de poderes?, ¿deben sacrificarse los derechos individuales frente a una crisis económica de coyuntura? Si estas preguntas causan perplejidad, las respuestas causan estupor.

“Podría afirmarse que esta duda constante sobre los principios básicos de la organización social es propia de una sociedad que siempre está organizándose, pero nunca establece reglas básicas, claras y mínimamente perdurables.

“La idea fundacional está siempre presente en todos los ámbitos de la cultura, que se caracteriza por una excesiva falta de modestia a la hora de tomar decisiones.

“Se observa una invocación generalizada de la emergencia, y de la ineficacia de las instituciones estables para combatirla. Las políticas económicas de los gobiernos suelen presentarse como una opción frente al apocalipsis, y por ello justifican el cambio de rumbo, el avasallamiento de ciertos principios y de las garantías individuales.

“La regla jurídica con efectos generales se desdibuja progresivamente, proliferan las excepciones, las decisiones se concentran y son cada vez más susceptibles de ser influidas.

“Somos incapaces de esperar: cuando un gobernante es advertido de que debe respetar las garantías individuales, responde que no hay tiempo, que el caos está presente a la vuelta de la esquina.

“Somos incapaces de detenernos ante el derecho del otro. Estamos acostumbrados a comprender al derecho como una proyección de nuestra subjetividad; lo hemos privatizado. Así actúa el gobernante que ignora el Estado de derecho: las razones de Estado, o sus razones, le permiten hacer un derecho ‘ad hoc’.

“El debate nos resulta perturbador, la crítica nos parece sospechosa, el goce del intelecto es reemplazado por la militancia a favor de verdades parciales”.

Ricardo_Lorenzetti, actual titular de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Capítulo de  “Estado de derecho y estado de necesidad”, publicado en la revista jurídica La Ley hace diez años, en vísperas del estallido de la crisis de 2001. Citado por Julio Blanck en Clarín del 24 de diciembre.-

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