Un viejo y conocido chiste define a un banquero como alguien que nos da un paraguas cuando hay sol y nos lo pide de vuelta cuando llueve.
Vaya esta irreverente introducción para opinar sobre un tema que viene preocupando desde hace mucho a dos de mi blogs amigos, el de Marta Salazar y el de Agustín Mackinlay. Marta además hace algún tiempo atrás me pidió una visión personal sobre este tema.
Me refiero a la independencia de los bancos centrales de los gobiernos.
Luego de lo sucedido con la ayuda que el el Banco de Inglaterra suministró la semana pasada al Northern Rock, un banco hipotecario del país con problemas, me parece un buen momento para expresar algunas ideas sobre el tema.
Resulta este un caso muy interesante, por haberse constituído el ente británico en un modelo de independencia para el resto de sus similares europeos.
El miércoles de la semana pasada su gobernador Mervyn King, en sentido contrario a sus pares de la Reserva Federal y del banco Central Europeo hizo dos fuertes declaraciones de principios:
1. Los préstamos a los bancos que atraviesan por problemas de liquidez lo serán por un día y a tasas penalizadas, o sea más elevadas que las comunes de plaza, lo que no debería llevar a un incremento en las de largo plazo, que son básicamente las de las hipotecas.
2. Solo se aceptarán por esas financiaciones de cortísimo plazo la garantía de títulos públicos británicos.
Hasta allí, el señor King aplicó estrictamente las normas del manual del titular de un banco central independiente.
Sin embargo, el jueves, o sea un día después, la realidad fue que:
1. El préstamo al banco con problemas le fue dado a un plazo indeterminado, por lo menos hasta el momento
2. Las garantías otorgadas por el banco en problemas, en lugar de títulos públicos británicos, fueron hipotecas de su propia cartera, que son las que hoy le causan dificultades
¿Que pasó con el cambio de opinión tan repentino del señor King?
Vuelvo a la humorada del comienzo: los banqueros centrales pueden ser independientes durante los días de sol, pero no pueden ni deben serlo durante los días de lluvia, ya que lo que está en juego con sus decisiones es nada más ni nada menos que el evitar una crisis del sistema bancario que supervisan, lo que llevaría a una crisis del resto de la economía.
La historia nos ofrece dos ejemplos sobre este tema:
1. La desafortunada acción de la Reserva Federal independiente durante la crisis del 29 en Estados Unidos, que lejos de encarrilar el problema lo agravó con su política de iliquidez
2. La crisis bancaria de Chile de comienzos de los 80, en la que pese a contar el país con un Banco Central modelo para las pautas latinoamericanas y además con superávit fiscal, el mismo fue consumido en un salvataje que puso a la totalidad de las entidades privadas virtualmente en manos del ente rector debido a las asistencias que este les suministró, las que lo fueron indexadas, a veinte años de plazo, y créase o no, con la garantía de la propias acciones de las entidades, las que en el momento de entregarse casi no valían nada obviamente. Sin embargo, en algunos casos y mucho antes del plazo de vencimiento, varias entidades cancelaron su deuda con el Banco Central y continuaron creciendo y acompañando el boom de la economía chilena de los últimos años. No se registró ningún incumplimiento.
Cual es el corolario sobre este tema:
1. No me preocuparía tanto sobre la independencia o no de un Banco Central, sino más bien sobre la pericia con que sus autoridades actúan en línea con el desarrollo del ciclo económico. Los dos ejemplos citados son elocuentes en la materia.
2. Siempre una crisis bancaria termina arrastrando al resto de la economía tanto al llamado sector real como al sector público. En tal sentido, parece ilusorio entonces pensar que frente a dificultades como las que se verifican actualmente, los bancos centrales puedan actuar en forma independiente entre sí o de los gobiernos, sino que por el contrario deberían hacerlo en forma mancomunada, para minimizar el impacto de la misma sobre el resto de la economía, de modo de salir de ésta lo más rápidamente posible y con el menor costo, que no será otro que una caída en los niveles de actividad, como ya se esta pronosticando.-
3 comentarios:
link!
Hugo, los bancos centrales tienen que manejar la política monetaria y la regulación del sistema bancario. Son tareas separadas (salvo, como señalas, en caso de crisis). La independencia del banco central --junto a otros frenos & contrapesos-- es indispensable en materia de politica monetaria. De lo contrario, el resultado es Argentina & Brasil 1970s-1980s. En materia de regulación, es cierto que hoy en día es políticamente intolerable dejar quebrar un banco con muchos depósitos. Mi sensación es que King hizo lo que pudo: de hecho, dejó que cayera Northern Rock, y que los accionistas se pegaran un buen susto!!! Supongo que le hubiera gustado que las acciones caigan a cero, y que el banco residual fuera comprado por otros. En fin, todavia falta bastante en esta crisis. Veremos ...
totalmente de acuerdo agustín. si en algo se falló en uk fue en la supervisión, no se si eso está a cargo de king o de otro organismo separado del bank of england.
fijate vos que en el fincial times del fin de semana se señala que mientras el ratio de securitización de carteras como fuente de liquidez estaba en los bancos ingleses entre el 2% en barclays, 5% en lloyds y 10% en hsbc, northern rock lo hacía en alrededor del 40% de sus fuentes de fondos!!!!
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