HOY
El conflicto de Lorenzetti con Rosatti y Rosenkrantz escaló a un punto nunca visto en público.
Si bien ya había sospechas acerca de que no fue ajeno a que se ventilaran versiones de juicio político después de una audiencia, ahora las acusaciones de Lorenzetti son públicas.
La sonora ausencia de Lorenzetti en el homenaje de despedida a Maqueda esta semana, y las disidencias que firmó en varias resoluciones administrativas el viernes pasado, llevaron el enfrentamiento al máximo.
Acusó a sus colegas de tomar medidas “ilegales”, se reservó el derecho de presentar denuncias y dijo que “hay ambición de poder”, “mediocridad” y falta de “principios morales”.
Toda una declaración de guerra.
Hasta ahora, las internas de la Corte nunca rebasaron estos límites. Y a pesar de que algunos se retiraron el saludo o ni se hablaban, nunca dejaron de reunirse en los acuerdos semanales para firmar sentencias.
Ahora habra que ver si este clima beligerante continúa en 2025 y, también, como se reacomodan las alianzas internas.
HERNÁN CAPPIELLO, LA NACIÓN
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