La misma habría implicado romper con Cristina y la Cámpora, y así recuperar la pleniud presidencial.
Fue lo que hicieron los Kirchner con Eduardo Duhalde y su esposa, cuando ganaron las elecciones de medio término en 2005, que consolidaron su legitimidad su origen: segundos en primera vuelta, y en el Poder Ejecutivo, por la defección del ganador en primera vuelta, Carlos Menenm, que no se presentó al balotaje, porque perdía, según todas las encuestas.
Si bien la situación ahora es distinta, ya que Alberto perdió las elecciones de medio término, no era una "misión imposible", habida cuenta del fuerte rehazo electoral que Cristina, la Cámpora y sus principales referentes sufrieron en las primarias.
Solo debia jugar bien sus cartas. El no hacerlo. deja una pregunta en el aire. ¿Es Alberto un político?
Si lo fuera, habría asumido el riesgo, porque en términos de la lógica política de Maquiavelo el azar solo es contundente cuando no hay voluntad o habilidad para enfrentarlo.
El presidente ha diferido esta cuestión hasta las elecciones de noviembre. Se verá entonces si fue una buena decisión o no.
Pero algo es seguro: la Fortuna-Historia no llama dos veces...
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