...Sus seguidores definían los objetivos de Perón como “desarrollo basado en el mercado interno” en contraposición a la postura anterior del país de enfocarse en el externo. Consistía esencialmente en transferir recursos del sector rural a los fabricantes, consumidores y trabajadores urbanos. Tal como lo definió un simpatizante, "el objetivo primordial de la política económica [requiere] poner ingresos reales más altos en manos de los consumidores, ya que esto brinda los mejores medios para garantizar la diversificación y la estabilidad económicas”.
También en Londres The South American Journal apoyaba el desarrollo industrial basado en el mercado interno en toda América Latina con la esperanza de crear mercados para los bienes británicos y nuevos objetivos para los inversores extranjeros. Durante el ascenso de Perón al poder en 1943-46, compañías británicas como Unilever e Imperial Chemical Industries (ICI) con subsidiarias en la Argentina compartían la visión de que habría un progreso más veloz –y mayores ganancias para las empresas- con la expansión del mercado interno.
Sin embargo, el nuevo enfoque de Perón se topó con feroces críticas y advertencias de que conllevaba errores fundamentales y peligrosos. Quienes lo objetaban sostenían que la reasignación de recursos del sector rural al urbano de la magnitud que él proponía debilitaría la economía rural sin garantizar el desarrollo de la urbana.
La construcción de una economía manufacturera llevaría a mayores importaciones de combustible, otras materias primas y bienes de capital para sostenerla, aumentando así la dependencia externa en lugar de reducirla. Más importaciones exigían aumentar las exportaciones agrícolas para pagarlas; sin los ingresos de las exportaciones, sostenían los detractores, la industria se paralizaría y el nivel de vida urbano se estancaría.
Pronosticaron que, de seguir ese camino, Perón llevaría el país al desastre.
DAVID ROCK, CLARÍN DE AYER
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