...Mención aparte merecen sus prevenciones contra la "valoración hipertrófica del Estado", que, con su natural tendencia a reglamentarlo todo, coartaba nuestra espontaneidad social multiplicando cargos sin hombres idóneos para desempeñarlos, pero con el aval implícito de una sociedad civil que "no se ha habituado a exigir competencia".
"Me cuesta comprender por qué", escribió Victoria Ocampo al tratar de explicarse la andanada de críticas que los dichos de Ortega cosecharon.
Al día de hoy, seguramente, hubieran provocado similares reacciones.
ENRIQUE AGUILAR Y ROBERTO ARAS, Profesores de la Universidad Católica Aregentina y miembros de la Fundación Ortega y Gasset Argentina, La Nación de hoy.-
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