lunes, 23 de mayo de 2016

GRECIA: EL RESCATE SIN FIN

"‘Visto y considerando que Grecia ya se puso en marcha para convertir en ley las medidas anteriores, creo que podemos ser bastante optimistas sobre el hecho de que las condiciones anteriores van a ser cumplidas", afirmó en una entrevista un alto funcionario europeo a cargo de los preparativos de la cumbre del Eurogrupo del martes 24. Si a alguien le queda todavía alguna duda, esta declaración es la que los burócratas de la CE han repetido como un mantra desde hace casi siete años, sin lograr los resultados esperados.

Lo que resulta peor es comprobar, a través del estudio de la escuela de negocios European School of Management and Technology (ESMT) de Alemania, cómo los sucesivos planes de rescate del FMI y el BCE no sirvieron para reducir el déficit fiscal griego y su deuda (menos del 5% de los montos entregados fueron destinados para tal fin), sino para que los bancos europeos, que tenían en sus balances activos griegos de baja calidad, pudieran deshacerse de estos instrumentos financieros y así ganar en solvencia. En pocas palabras, la plata que les prestaron fue para salvar a sus propios bancos y, por propiedad transitiva, al conjunto de la Unión Europea.

El FMI pide a los acreedores (principalmente europeos) que resignen parte de la deuda que Grecia les debe, pero hasta ahora no ha habido ninguna propuesta de quita o condonación. En cambio, la estrategia exigida por el BCE y la CE para que Grecia vuelva a la senda de crecimiento pasó por reducir el consumo doméstico (a través del ajuste en el gasto público, despido de miles de empleados, reducción de las jubilaciones y aumento de los impuestos), algo que difícilmente sirva para impulsar el crecimiento económico. No se reactiva una economía haciendo que los consumidores compren menos productos y servicios, sino todo lo contrario. 


Incluso el Mecanismo Europeo de Estabilidad (organismo creado para mantener la estabilidad financiera en la zona euro) calculó que Grecia debería asegurar, una vez que se logre el ‘rediseño‘ de su deuda soberana, un excedente del 3,5% de su PIB ¡hasta el año 2040! Es increíble que todavía haya funcionarios que crean que esta es una solución viable; otra vez surge lo de ‘ajustá o vuelvo a pedirte que ajustes‘. 

 Martín Burbridge, EL CRONISTA COMERCIAL DE HOY.

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