Eso despierta el fantasma de la deflación, una caída sostenida de los precios que puede desincentivar el consumo y la inversión, además de dificultar el pago de la deuda.
La Comisión Europea le restó importancia a la severidad de la caída y subrayó que la zona euro no afronta la clase de deflación que amenaza las ganancias de las empresas, los salarios y el gasto.
“Nos gustaría destacar la diferencia entre deflación y cifras de inflación pasajeramente negativas”, afirmó la vocera de la entidad, Annika Breidhardt...
Brian Blackstone y Paul Hannon, THE WALL STREET JOURNAL AMÉRICAS DE HOY.-
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