La economía mundial es como un avión a reacción comercial que debe tener todos sus motores en funcionamiento para despegar y alejarse de las nubes y las tormentas. Lamentablemente, sólo uno de esos cuatro motores está funcionando adecuadamente: la angloesfera (los Estados Unidos y su primo hermano, el Reino Unido).
El segundo motor -la zona del euro- se ha parado tras una reanudación anémica después de 2008. De hecho, con otra sacudida Europa caería en la deflación y en otro período de recesión. Asimismo, el tercer motor, Japón, se está quedando sin combustible después de un año de estímulo fiscal y monetario, y los mercados en ascenso (el cuarto motor) están desacelerándose acusadamente, a medida que los vientos de cola mundiales, que duraron un decenio se han vuelto contrarios.
Así, pues, la cuestión es si la economía mundial puede permanecer en el aire -y durante cuánto tiempo- con un solo motor
NOURIEL ROUBINI, LA NACIÓN DEL 9 DE NOVIEMBRE.-
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