"Aunque la reunión no alcanzó una solución para la crisis de la eurozona, sí esbozó el nuevo equilibrio de poder mundial.
Los países en desarrollo proyectaron optimismo y riqueza a lo largo de los dos días de la cumbre, mientras que los líderes de Europa y Estados Unidos luchaban sólo para mantener su solvencia.
Muchas cosas evidentemente cambiaron desde los 90, cuando las economías asiáticas y latinoamericanas atravesaban agotadoras recesiones mientras que los influyentes organismos financieros con sede en Washington ordenaban el mismo tipo de recetas de austeridad que ahora desatan protestas en las calles del Viejo Continente.
De hecho, los Brics hicieron exigencias a Europa durante la cumbre, al señalar que les deben dar un mayor papel en la gobernanza del FMI si van a aportar miles de millones de dólares.
Los europeos encabezaron tradicionalmente el organismo desde que fue fundado."
Jack Chang, Agencia AP, La Nación de hoy, página 2.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario