"...Qué recesión ni recesión: España está en plena depresión económica, con un desempleo del 23,6%, comparable con Estados Unidos en lo más profundo de la Gran Depresión.
Es insostenible, y como todos saben que es insostenible, los intereses que debe pagar España para endeudarse no dejan de aumentar.
Poco importa cómo llegó España a este extremo, pero si de algo vale, la historia de España no tiene semejanza alguna con las historias de moralinas que tanto les gustan a los funcionarios europeos, sobre todo en Alemania.
España no fue fiscalmente dispendiosa: hasta que se desató la crisis, tenía poca deuda y superávit comercial.
También tenía una gigantesca burbuja inmobiliaria, que en gran parte fue posible por los créditos que les otorgaron los bancos de Alemania a sus colegas españoles.
Cuando la burbuja estalló, la economía española se quedó en banda; los problemas fiscales de España no son la causa de esta depresión: son su consecuencia
Y, sin embargo, las recetas que siguen llegando desde Berlín y desde Fráncfort son de aplicar una austeridad fiscal todavía mayor..."
Paul_Krugman, The New York Times, en La Nación de hoy, página 2.-
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