"El manejo menos atado de las Reservas de Libre Disponibilidad (RLD), que el Gobierno fue impulsando en su empiria, habilita el pago de deuda con las reservas.
Como el dinero es fungible, ese desahogo mejora las disponibilidades del Tesoro nacional"
Mario Wainfeld, Página 12 de hoy.-
Es notable entre los argentinos, aún los bien informados como el periodista Mario Wainfeld de Página 12, la confusión existente entre Banco Central (BC) y Tesoro Nacional (TN).
Las reservas que atesora el BC no son suyas, ni del gobierno: son de todos los argentinos y consituyen un activo en contraparida de un pasivo: los billetes moneda nacional en poder de todos nosotros.
De ahí que hablar de la "fungibidiad del dinero" es un error.
Para que el BC le entregue reservas al TN -como ya viene ocurriendo- de modo que este pueda pagar la deuda soberana que debe, le firmará un pagaré a la entidad financiera -como ya lo viene haciendo-.
Como advertirán, no es lo mismo que los pesos que todos tenemos en nuestro poder estén respaldados por oro y divisas extranjeras, que por una promesa de pago futura de una tesorería que, además, quebró dos veces en los últimos diez años.
Máxime cuando, de aprobarse la modificación de la carta orgánica, algo seguro, el BC quedará completamente supeditado al Poder Ejecutivo, de quien también depende el TN.
En suma, y de ahora en más: que el peso no se deprecie aceleradamente contra otras monedas estará sujeto a la prudencia en el manejo de la política monetaria (emisión) por parte de las autoridades del BC.
La experiencia alfonsinista de la década del 80 en esta materia, sumada a la de la actual conducción del BC, no permite ser muy optimista sobre esta relevante cuestión, cuyo desmanejo ha disparado las dos últimas grandes crisis económicas argentinas.-
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