Luego del estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008, que fue el detonante de la actual crisis económica mundial, cuya evolución es aún incierta, algunos bloggers y economistas justificaron los excesos con las famosas hipotecas "subprime" o tóxicas, sosteniendo que esa era la forma en que el capitalismo avanza, y que aún pese a la caída, resaltaban como hecho positivo que se había incrementado en número de propietarios de viviendas en los estados Unidos, donde se inició la crisis.
No opiné en aquel momento sobre tal argumento, ya que -como es mi costumbre- no tenía evidencia empírica para basarme.
Días atrás en CNN en español se informó que el número de propietarios de viviendas en los Estados Unidos, como consecuencia de las ejecuciones hipotecarias desatadas por la crisis, cayó al 67%, o sea el mismo valor del año 1999.
En suma y si bien nunca el fin debe justificar los medios, quedó claro con la difusión de este número que el auge inmobiliario americano de la última década, no solo no incrementó el número de propietarios de vivienda en dicho país, sino que además sumió a la economía mundial en una crisis de la que nadie puede aventurar su resultado final.-
2 comentarios:
En España esto se llevó hasta el paroxismo. Desde 1998, más o menos, hasta 2006 eras un apestado si no te comprabas una vivienda (Aunque para ello tuvieras que vivir como un verdadero "apestado" hipotecado de por vida y con escaso margen económico de actuación: Esto es, 80% del sueldo dedicado a la hipoteca)
Antes, daban hasta el 130% del valor de compra (Para pagar los muebles y cambiar de vehículo) con garantías tales como una simple nómina de un contrato temporal. El negocio era evidente. Si te ahogabas y no podías pagar, el banco se quedaba con todo y "tu" casa era colocada en el mercado a mayor precio.
Pero resulta que las hipotecas empezaron a ahogar a un buen porcentaje de la población y el banco ya no quería inmuebles. El mercado estaba saturado de oferta y los precios caían enteros a diario. Se acabó el negocio.
Ahora, vas con dos nóminas - la de tu mujer y la tuya -- y pones en efectivo la mitad del valor de la casa y el banco te mira de arriba a abajo para concederte la otra mitad. Ahora sí, claro.
Pobres de aquellos que compraron viviendas a un precio que hoy en día no es ni la mitad de su valor real. Eso sí, la hipoteca sigue "a su valor e compra"
Ese fue el "milagro económico" de España. Ni más ni menos. ¿Cómo no va a haber ahora una alta tasa de desempleo si todo el mundo se apuntaba a la construcción, ora trabajando, ora montando su propia empresa? Ahora que la construcción está hundida, ¿Qué hacemos con todo ese sector?
Eso se advertía... Pero claro: éramos unos apestados que no creíamos en el "envidiado crecimiento económico español"
Que cada palo aguante ahora su vela.
un panorama desalentador el que nos contás leiter...
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