Uno de los males de nuestro sistema institucional, posiblemente sea el hiperpresidencialismo, o sea la preeminencia de la figura presidencial sobre jueces y legisladores, pese al sistema republicano de división de poderes que nos rige.
En este momento de la vida institucional, probablemente asistimos a uno de los puntos más altos en esta materia, la que sin embargo reconoce variados antecedentes, como el caso del presidente Julio A Roca, relatado por Marcos Roca a Adolfo Bioy Casares.
Un senador por la provincia de La Rioja, que era un gran espadachín, llegó de improviso a su casa y encontró a Martín Rivadavia en la cama con su mujer. Buscó dos espadas y le dio una a Rivadavia para que se defienda, matándolo sin dificultad. Acto seguido el senador le dio una pistola a su mujer y le ordenó que se suicidara. Mandó llamar a monseñor Piñeyro, quien al encontrarse con los dos cadáveres fue inmediatamente a ver al presidente Roca.
Impuesto de la situación, el general dispuso el envío el cadáver de Rivadavia a su casa, indicando a sus familiares que había sufrido un accidente. Ordenó además que se informara que la mujer del senador había muerto como consecuencia de un disparo que ella misma se había efectuado por error. Finalmente mandó al senador a su propia estancia riojana confinado de por vida, arrogándose funciones legislativas por el virtual desafuero del legislador y judiciales por la detención domiciliaria del mismo.-
2 comentarios:
Esto lo había leido y no me acuerdo dónde!
no habra sido en descanso de caminantes de adolfo bioy casares pau?
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