Ferruccio Lamborghini fabricaba tractores (algo que continúa
haciendo hoy la firma de Sant’Agata Bolognese). Él tenía una Ferrari 250
GTB para su día a día, aunque sufría muchas fallas con el embrague.
Esto llevó a Ferruccio a hablar de forma directa con Enzo para quejarse.
El servicio de post venta no fue el esperado. Ferrari se lo reprochó
con una recordada frase: “Un tractorista no puede entender mis coches”.
Tal fue el enojo de Lamborghini que decidió comenzar a crear sus propios
coches deportivos. Desde ese momento comenzó un duelo por ese segmento
entre ambas marcas.
Darpio Coronel, Infobae de ayer.-
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