Facebook no es el living de casa. Twitter no es un grupito de amigos en el café.
Todo lo que se ve en la pantalla es una ilusión, y todas las pantallas pueden capturarse y reenviarse.
Como individuos, hemos llegado a confiar demasiado en las computadoras.
Es hora, tal vez, de empezar a confiar un poco más en nuestras propias inteligencias.
ARIEL TORRES, IDEAS, LA NACIÓN DEL 28 DE ENERO.-
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