Eugene Ormandy, ya anciano, siguió dirigiendo la Sinfónica de Filadelfia, acompañando a un inagotable Arthur Rubinstein, cuyos dedos artrósicos seguían respondiéndole sobre el teclado.
Ni hablar de Verdi, octogenario pero activo... y más "moderno" que antes.
Rossini, en cambio, se retiró a los 37 años, después de componer Guillermo Tell.
NÉSTOR TIRRI, LA NACIÓN DE HOY.-
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