Abrevando en la sociología clásica, Geertz resaltó una evidencia histórica, que resulta actual para el país: el cambio de las culturas política y económica no es una declamación de buenos deseos, sino un complejo proceso que depende de los grupos sociales más influyentes.
Si se contempla la experiencia argentina, sobresalen cuatro: el peronismo, los empresarios, la Iglesia y los sindicatos. Ellos tienen la llave de la transformación. Pro puede ser la inspiración, pero sólo esas elites poseen el poder material y simbólico para cambiar la historia.
EDUARDO FIDANZA, LA NACIÓN DE HOY.-
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