El BCE recortó la tasa de depósitos a -0,10%, lo que significa
de hecho que cobrará a los bancos por mantener su dinero a un día en el banco
central.
El recorte marca la primera vez que el BCE establece una tasa de
depósitos negativa, que en la práctica implica que cobrará a
los bancos por guardar dinero en la entidad, y fue una respuesta a la
desaceleración de la inflación y a una débil tasa de préstamos en la zona euro.
Eso hizo que el euro ya se depreciara más del 2% pero no alcanzaría el nivel de
1,30 hasta dentro de un año. El BCE hoy también podría aprobar una nueva
inyección de liquidez a largo plazo condicionada a que los bancos presten a las
empresas y los hogares. La entidad monetaria también podría aprobar un programa
de compra de bonos.
EL CRONISTA COMERCIAL DE HOY.-
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