Frente a la Plaza Libertad, un restaurante invita, desde un anuncio en sus vidriera, a degustar el "bife Francisco", con foto papal incluída.
Salvo las peatonales Florida y Lavalle, que concentran un variopinto conjunto de turistas, vendedores ambulantes, cambistas callejeros y deprimentes músicos, el resto parece una ciudad abandonada, no solo por el silencio y la falta de transeúntes, sino también por la suciedad, rayana casi en la mugre lisa y llana.
Un comercio sobre Lavalle informa que acepta dólares a $11,50: todo sea por vender.
El enorme edificio que fuera la sede de la Harrod´s local, que supo estar a la altura de su similar londinense, luce vacío y en un estado de total abandono y suciedad, y como una actitud masoquista, exhibe en sus vacías vidrieras sobre Florida, fotos que dan testimonio del pasado esplendor de la arteria y de la ciudad.
El local de la emblemática esquina de Florida y Marcelo T . de Alvear, al final de la peatonal en dirección norte, donde alguna vez supo estar la naviera Línea "C", luce desocupado y sucio, desde que su último ocupante, una decadente tienda estilo inglés de ropa para hombres anunció que se mudaba a las cercanas Galerías Pacífico.
El poeta nicaragüense Rubén Darío, quien algo más de un siglo atrás y en su condición de cónsul de Colombia permaneció entre nosotros, la consideraba la calle "más sofisticada" y el lugar donde "mirar pasar la gloria, la Banca y el Sport"
Su juicio era el de un "hombre de mundo": el vate había llegado a Buenos Aires vía Nueva York y París.
¿Qué pensaría si recorriera Florida hoy, lunes de carnaval, quien en "Canción de carnaval", en "Prosas profanas y otros poemas" le dedicara estos versos
Penas y duelos olvida, |
Canta deleites y amores; |
Busca la flor de las flores |
Por Florida: |
Penas y duelos olvida,
canta deleites y
amores;
busca la flor de las flores
por Florida.
Penas y duelos olvida,
canta deleites y amores;
busca la flor de las flores
por Florida.
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