Siempre sostuve en este blog la co-responsabilidad de las agencias de calificación -junto con los organismos encargados de fiscalizar a la banca y las bolsas, los grandes estudios de auditoría y bufetes de abogados, los medios y las campañas de publicidad- en la generación de la crisis de las hipotecas sub-prime primero y en la eurocrisis después.
Pero al mismo tiempo, no puedo dejar de señalar que las medidas tomadas por el parlamento europeo contra las agencias de calificación intentan cargar sobre ellas la responsabilidad por la crisis soslayando la que le toca al legislativo comunitario.
Nada se decía cuando las calificaciones de los eurobonos, contrarias a todo análisis macroeconómico serio, eran favorables.
Por otra parte, algunas de las medidas adoptadas, como la prohibición de degradar sin justificación, es algo, que por lo menos en el caso de las tres agencias más grandes nunca sucedió.
Y otra, como la posibilidad de ser llevadas a juicio por inversores perjudicados por negligencia o infracción grave, no es ninguna innovación en la materia.
No creo que el cambio de calificadora por parte de los emisores cada cuatro años evite los "conflictos de intereses"
En cuanto a establecer que las propias entidades financieras y de inversión pongan en práctica procedimientos internos para evaluar su propio crédito, es algo absurdo: quien de ellas va a hacer público que está en una grave situación económica o financiera,cuando emita bonos, acciones o derivados financieros.
En cuanto al timing, en el sentido que las calificadoras deben informar previamente cuando calificarán deuda soberana y evitar hacerlo en horario de mercado, es algo que actualmente ya es practicado, por lo menos por las tres agencias más importantes
Lo que Bruselas debió haber hecho era crear una agencia europea de calificación como servicio público, es decir gratuita, y exigir que para emisiones a partir de un monto significativo, con relación a su posible impacto sobre el mercado al que se dirige en el caso de un impago o rebaja futura de calificación, además de una calificadora privada de libre elección, el emisor debería contar con la calificación de la agencia estatal en todos los casos.-
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