"...los avances tecnológicos han vuelto a la manufactura mucho más intensiva en capacitación y capital que en el pasado, incluso en el extremo de menor calidad del espectro.
Como resultado, la capacidad de la manufactura de absorber mano de obra se ha vuelto mucho más limitada.
Será imposible para la próxima generación de países en vías de industrialización trasladar 25% o más de su fuerza laboral a la manufactura, como hicieron las economías de Asia oriental.
...la globalización en general y el ascenso de China en particular han incrementado la competencia en los mercados mundiales, dificultándoles a los recién venidos encontrar espacio.
Es improbable que los países ricos sean tan permisivos respecto de las políticas de industrialización como en el pasado.
Ahora, al enfrentarse los países ricos al peso combinado de grandes deudas, al bajo crecimiento y al desempleo, aplicarán mayor presión sobre los países en desarrollo para que cumplan las reglas de la Organización Mundial del Comercio, que bajan el margen para subsidios industriales.
La subvaluación de divisas no pasará inadvertida. El proteccionismo será políticamente difícil de resistir.
Las industrias manufactureras seguirán siendo las "industrias de ascenso" para los países pobres, pero el ascensor no se moverá tan rápido ni llegará tan alto."
Dani Rodrik, profesor de Economía Política Internacional, Universidad de Harvard, en La Nación del 19 de agosto.-
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