(la absoluta fidelidad a lo escrito por los compositores en el pentagrama va) "...contra los valores estéticos de la música y contra la historia, que nunca se detiene"
Gianandrea Gavazzeni, director de orquesta italiano (1909-1996)
Desde mediados del siglo XIX a partir de Richard Wagner (1813-1883) y durante buena parte del XX, una polémica dividió a los directores de orquesta: ¿se debía ejecutar la música tal como había sido compuesta por el autor en la partitura o eran lícitas las licencias que se tomaban algunos directores?
Durante la primera mitad del siglo XX se asistió a la pugna entre los dos enfoques por parte de dos "grandes": el literalista italiano Arturo Toscanini (1867-1957) y el romántico alemán Wilhelm Futwangler (1886-1954)
En una oportunidad, el famoso director holandés Willem Mengelberg (1871-1951) intentó aconsejar al italiano sobre cual era el "verdadero" modo alemán de dirigir la obertura Coriolano de Beethoven, a lo que Toscanini le respondió: "Yo lo recbí directamente del propio Beethoven, es decir de la partitura"
Para su admirador Yehudi Menuhin (1916-1999) Furtwangler fue "un místico inspirado por la tradición alemana medieval...con la certidumbre y la seguridad de quien ha visto visiones y las ha seguido" En forma menos filosófica, el propio Furtwangler sostenía que "La técnica estandartizada crea a su vez un arte estandartizado" Pero también podía filósofar "Lo que me desagrada y me preocupa profundamente es el abismo que se ha abierto entre nuestro conocimiento de la técnica y el de los aspectos "espirituales" de la música"
Ya en la segunda mitad del siglo XX, los lugares de vanguardia fueron tomados por el literalista austríaco Herbert Von Karajan (1908-1989) para quien primaba la búsqueda del sonido "perfecto" y por el romántico húngaro Georg Solti (1912-1997) más preocupado por el contenido emocional de la música que por los detalle técnicos.
Fueron seguidos por una pléyada de grandes directores de diversas nacionalidades, aún en actividad, que crearon algo así como un nuevo estilo más "internacional"
Pese a que Furwangler murió antes de que todos ellos llegaran a sus actuales posiciones de vanguardia en la dirección orquestal, se había ocupado premonitoriamente de describirlos: "En la actualidad hay una técnica de dirección enseñada por los libros y practicada por doquier...Es la técnica de la rutina, cuya meta es sencillamente la precisión"
Por la cita con que inicio este post, se imaginarán ustedes cual es mi modesta opinión sobre el tema...
5 comentarios:
Realmente, ambas concepciones no creo que conlleven la exclusión de su contrario. A mí me puede gustar tanto un Beethoven de Leibowitz como uno de Von Karajan. Ambos conceptos son complementarios y ninguno tiene la razón absoluta. Vale que en la partitura está el secreto de todo, eso nadie lo duda. Pero los compositores... ¿Escribían en virtud a sus medios o querían profundizar mucho más allá? Nunca lo sabremos con precisión. Ahora bien, cuando en una partitura se dice: 2 flautas, 2 óboes, son DOS FLAUTAS y DOS ÓBOES, no cuatro de cada. Eso sí que está claro.
Otro asunto; Una cosa es cómo sonaría la música de Beethoven en su tiempo y otra cosa es cómo le habría gustado a Beethoven que sonara. Por eso digo que las dos concepciones son complementarias, a mi juicio.
Interesantísima entrada, Hugo
hola leiter, espero que la hayas pasado bien en tu viaje y hayas descansado.
sobre tu comentario final es muy cierto: yo tengo una versión de "el rapto en el serrallo" de mozart, por nicholas harnoncourt en zurich, con instrumentos de época y orquesta de cámara, y suena como una murga, especialmente la sección de percusión, sin embargo me gusta mucho, tal vez por ser una ópera bufa
Vos ya sabes de que lado estoy Hugo, sin embargo Furtwängler no siempre es tan subjetivo en sus interpretaciones, o quizás yo lo vea así en algunos casos. Hay cosas geniales de él donde no se toma tanta "libertad" con los tiempos, lo cual quizá sea la razón de mi gusto.
V.g. la Primera de Brahms. Inigualable.
Para mí la mejor manera de ver en qué campo se para cada uno es la Quinta de Beethoven. He ahí el quid de la cuestión...Y la Quinta si no es con rapidez y vehemencia, no es... para mí claro...
Yo relaciono este tema con el Derecho, y quería hacer un post al respecto hace un tiempo. Porque el juez ocupa la misma posición que el director, tiene la norma (o la partitura) y tiene que interpretarla y aplicarla. El problema se suscita cuando el juez o el director se creen superiores a la norma y la partitura y deciden crear unilateralalmente. Para todo hay un límite, lástima que en la música no hay instancia superior jejeje...
¿no sería el oyente iván sa instancia "superior y agregarpia "única"?
Jeje, tenés razón Hugo.
Publicar un comentario