-¡Buen día Ramona! Al mercado, ¿eh?
-Si, señor. Es el primer día que voy desde hace una semana, porque ya sabrá usted, que me tuvieron detenida.
-Lo sé, y bien injustamente por cierto, pues nadie puede creerla capaz de una acción tan mala.
-El comisaio tampoco lo creía, pero como precisaba detener a alguno...
Eustaquio Pellicer, El botón del calzoncillo
No hay comentarios:
Publicar un comentario