El impuesto a la riqueza se titula Aporte Solidario Extraordinario.
De nuevo se habla de un impuesto de excepción. La misma promesa se hizo con un tributo (a los réditos, luego ganancias) de 1932 (gobierno de Agustín P Justo).
Llegaron luego, entre gestiones militares y civiles, otros siete. Todos permanecen.
Eduardo van der Kooy, Clarín de ayer
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