Durante la reciente campaña electoral Alberto Fernández enfatizó que "iba a poner dinero en el bolsillo de los argentinos", para así estimular el consumo.
Pero para poner en práctica tan objetivo, le sacó mucho a pocos -los que consumen bienes durables- y le dio poco a muchos -los que cosumen lo mínimo para subsistir, y que además están altamente endeudados con la ANSES, por ejemplo, de modo que no cabe esperar que las medidas implementadas vayan en consonancia con el deseo del presidente .
Algunas cifras ratifican lo expuesto: un tercio de los trabajadores están en negro, casi-5-millones y por lo tanto al margen de cualquier aumento que de el gobierno de ahora en más por decreto. ¿Qué van a consumir?
El grueso de los jubilados, casi dos tercios del total, con el aumento cobrado este mes cubren apenas medio mes de la canasta de bienes y servicios confeccionada por la Defensoría de la Tercera Edad.
Por el contrario, los que consumen bienes semidurables y durables han recibido un aumento de la presión impositiva, que en algunos casos llega hasta 10 veces más que lo tributado el año pasado.
Al mismo tiempo se ha elevado el impuesto interno sobre automóviles, que hará que algunos modelos incrementen su precio más del 50%.
Lo único que dejó claro este nuevo intento de "multiplicar los panes y los peces", la denominada Ley de "Emergencia y Solidaridad Social", aprobada en solo 48 horas , es que se han asegurado los recursos tributarios -aumento de impuestos- y no tributarios -desindexación de jubilaciones- para pagar a los acreedores externos.
En suma un ajuste ortodoxo.
La suba de los bonos así lo evidencia, y como decía el general Perón, "La realidad es la única verdad."
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