...luego de la crisis bancaria y financiera de 1890, algunos banqueros británicos sugirieron a su gobierno que, dado que la condición del país era tal,
"solo la intervención de otras potencias puede determinar un buen gobierno, y lo más efectivo de todo sería que de acuerdo con otras, alguna potencia interviniera y estableciera un Gobierno provisional. Ninguna estaba tan interesada como Gran Bretaña, pues lo súbditos británicos tenían invertidos 200 millones de libras en el país...
(El primer ministro conservador marqués de) Salisbury, leyó el informe fechado 24-7-91, enviado por el (Subsecretario del Foreign Office Sir James) Fergusson, y al pie garabateó, con tinta roja, "¡Sueños!"
H.S.Ferns, "Gran Bretaña y la Argentina en el siglo XIX", Solar/Hachette, 2a reimpresión, Bs. As. 1974, páginas 462/463.-
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