La reforma constitucional de 1994 elevó considerablemente los costos de la política.
El tercer senador, prohijado por la misma, elevó en un 33% el costo del Senado de la Nación.
La
Jefatura de Gabinete, creada con el fin de servir de fusible, si el
presidente en ejercicio perdía la elección de medio término.No solo no
cumplió con estas expectativas, tal como pudo observarse en la crisis
institucional de 2001, sino que se constituyó en una superestructura,
que, a la fecha y según su pagina web
https://www.argentina.gob.ar/jefatura, cuenta con seis secretarías, dos
subsecretarías y un organismo descentralizado.
El
Consejo de la Magistratura, un organismo cuasi estamental-corporativo,
en el que están representados, además de parlamentarios, jueces,
abogados y docentes, no solo no mejoró el concepto que la sociedad
tiene de la justicia, sino que, además, cerrará el año con un déficit
de por lo menos $4000 millones, habiendo solicitado para su
funcionamiento en el año próximo $35.000 millones, U$S 1000 millones
aproximadamente al cambio de hoy (Ámbito Financiero del 20-11-2018).
A
posteriori, durante la presidencia de Cristina Kirchner, se dictó la
ley que estableció las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias
(PASO). Las últimas, celebradas en 2017, costaron $2800 millones y casi
no designaron candidatos (La Nación del 17-6-2017).
Como
la política no se ajusta, la presión fiscal sobre las pagadores de
impuestos es cada vez más alta, como "ingeniosos" los nuevos tributos
que se cobran, algunos, sin ningún parangón en los sistemas tributarios,
como por ejemplo el "impuesto al cheque" o los que gravan las exportaciones, en un país que lo que necesita son dólares genuinos, no prestados.
Mientras tanto, resuena entre los contribuyentes el anatema bíblico: "Y El dijo: ¡Ay también de vosotros, intérpretes de la ley!, porque
cargáis a los hombres con cargas difíciles de llevar, y vosotros ni
siquiera tocáis las cargas con uno de vuestros dedos." (Lucas, 11:46)
No hay comentarios:
Publicar un comentario