Como lo establece el rito, los expertos del Instituto ruso de plantas medicinales y aromáticas se esfuerzan cada dos años en conservar el aspecto inmortal de Vladimir Ilich Ulianov, alias Lenin, según un procedimiento guardado celosamente en secreto.
La técnica no reposa en el embalsamamiento, sino en un rellenado especial del cuerpo destinado a preservar la apariencia normal de los tejidos. Sólo se sabe que el cuerpo de Lenin permanecerá sumergido durante un mes en un baño y que después deberá cambiar de traje.
Según un reciente sondeo, el 53% de los rusos estima que habría que cerrar el mausoleo y enterrar los restos. Pero los comunistas siempre se opusieron.
LAURA CORRADINI, ENFOQUES, LA NACIÓN DEL 22 DE MARZO.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario