Un lugar común en el recordatorio del ex presidente Néstor Kirchner, al cumplirse dos años de su fallecimiento, fueron sus líneas directrices de política económica, especialmente los superávits gemelos -el fiscal y el comercial-
Como siempre, muchos argentinos se quedan en las formas, sin ir al fondo de la cuestión.
Les propongo que reflexionemos sobre estas preguntas:
¿Cambió en algo la estructura económica de la argentina, debido a esos excedentes?
¿Es acaso el país más productivo?
¿Mejoró su infraestrucutra?
¿Hubo desarollo, además de crecimiento?
Yo tengo las siguientes respuestas:
Volvimos al déficit energético, luego de años de superávit.
Caímos año tras año entre el listado de países con mayor productividad.
No ha habido mejoras en la red vial, pese al aumento de la venta de automotores, ni en la red portuaria, y es una trampa mortal la red ferroviaria.
Los superávits poco sirven si no se invierten en políticas de desarrollo, y mucho menos si son usados para disciplinar la política.
Días atrás, el ex viceministro de Economía y presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados Roberto Feletti, escribía en La Nación:
"en Brasil, en el mismo período histórico (que el primer peronismo), un líder populista como Getulio Vargas persuadía a los fazendeiros que su continuidad como clase dirigente dependía de la inversión de sus ganancias provenientes de la renta, en industrias.
La irrupción de este proceso, a diferencia de lo ocurrido en nuestro país, consolidó la industria y un escenario de consensos e integración nacional." (21-10-2010)
Lo que Feletti no dice, es que Perón, a diferencia de Vargas, en lugar de hacer lo mismo con las divisas recibidas, fruto de los superávitas comerciales acumulados durante la segunda guerra mundial, prefirió:
- incrementar el consumo a través de mejoras en el ingreso, que al no ser acompañadas por aumentos en al productividad, generaron inflación
-priorizar las industrias livianas alrededor del gran Buenos Aires, en lugar de desarrollar la industria pesada y la energía
Cuando Perón quiso cambiar en 1952, ya era tarde.
Vargas gobernó para las próximas generaciones: fue un estadista.
Perón, como Néstor Kirchner, gobernaron para la próxima elección: fueron solo políticos.
Las diferencias actuales entre Brasil y la Argentina, no dejan duda de ello.-
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