Acostumbrados -lamentablemente- los argentinos a convivir con este flagelo desde hace ya setenta años, con leves intervalos de estabilidad, parece que no somos los únicos en la región, si bien ocupamos el segundo lugar, siguiendo a Venezuela.
Pero no estamos solos: en efecto, durante el primer trimestre de 2011 se verificaron los siguientes guarismos:
Venezuela: 6%
Argentina: 5,6%
Paraguay: 4,8%
Bolivia: 3,9%
Uruguay: 3,6%
Brasil: 2,5%
Colombia: 1,8%
Perú: 1,5%
Chile: 1,3%
Ecuador: 1,3%
Fuente: Diario La Nación de Buenos Aires
Varias son las causas que han impulsado los precios, además de las propias políticas macroeconómicas de cada país. Me refiero especialmente al aumento sostenido de los alimentos y del petróleo en los últimos meses, acompañado de una sobrevaluación de las monedas de la región contra el dólar.
Sin embargo lo comentado no ha golpeado tanto a Chile, importador neto de combustibles.
Tampoco parece tener relevancia definitoria el sistema económico imperante en cada país: Colombia, Chile y Perú , son economías de mercado y registran baja inflación, pero también Ecuador tiene sus precios bajo relativo control, mientras que su política económica es mucho más intervencionista que la de sus hermanos andinos.
Por el contrario Venezuela, Argentina y Bolivia, parecen ratificar la relación entre intervención estatal en la economía e inflación.
Paraguay, con una economía bastante liberalizada, también ha registrado un elevado nivel de inflación, probablemente originado en un doble efecto: al comentado aumento del petróleo se debe adicionar la inflación de su dos vecinos y mayores socios comerciales, Brasil y la Argentina.
Finalmente, dos economías tomadas como modelo en la región, presentan valores altos de incremento de precios en los últimos meses, Uruguay y Brasil. El alza del petróleo puede tener algo que ver en el caso uruguayo y el de los alimentos en el caso brasileño, ya que el país es uno de los mayores exportadores de soja y carne del mundo.
El nivel de la inflación brasileña -la segunda economía de la región, luego de México- no es un tema menor: de mantenerse en estos niveles, cerraría el año en dos dígitos -si bien bajos- pero tradicionalmente esa ha sido un barrera psicológica para los operadores económicos locales e internacionales, por lo que habrá que monitorear el real, hoy altamente sobrevaluado, muy especialmente por parte de las autoridades económicas argentinas, ya que la demanda brsileña de productos argentinos y los gastos locales por parte de los turistas brasileños, explican en parte la actual bonanza económica de la Argentina.-
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