domingo, 14 de marzo de 2010

SOLO PARA LA IZQUIERDA

En el catálogo existen obras de piano solo para la mano izquierda compuestos por Britten, Richard Strauss, Hindemith, Prokofiev y Ravel, entre otros, siendo el concierto en re mayor de este último el que más se ejecuta.

Para los que desconocen el orígen de estas tan poco comunes partituras, aquí va la historia:

El pianista Paul Wittgenstein (1887-1961) hermano de famoso filósofo Ludwig (1889-1951)perdió como soldado austríaco el brazo derecho durante la primera guerra mundial mientras estaba en cautiverio en el frente ruso.

Terminada la contienda, como dirían algunos hoy en día, Paul convirtió su desventaja en una oportunidad, y en tal sentido se dirigió a diferentes compositores, a los que les solicitó que escribieran obras que el pudiera tocar con una sola mano, respondiéndole los mencionados más arriba.

Maurice Ravel (1875-1937), a quien le encantaba componer dentro de restricciones, tenía en ese momento en manos su famoso concierto para piano en sol con sus influencias del jazz americano, que interrumpió, para dedicarse al pedido de Wittgenstein. Lo hizo con tal entrega que estudió antes todas las obras pianísticas de tales características que existían hasta ese momento.

Terminada la obra, en una reunión privada, Ravel y Wittgenstein, ambos al piano, ejecutaron el concierto, el primero como orquesta en segundo plano y el segundo como solista. La experiencia fue desalenatdora: a Wittgenstein no le gustó, discutieron, y como colofón la obra fue estrenada en Viena en 1932, sin la participación del compositor, y con el austríaco como solista.

Un año después, se superaron las desavenencias, y la obra fue estrenada en París, ahora si dirigida por Ravel, con Wittgenstein al piano.-

5 comentarios:

Anónimo dijo...

On April 8, 2008, the New York Times published an article suggesting Ravel may have been in the early stages of frontotemporal dementia during 1928, and this might account for the repetitive nature of Boléro.[85] This accords with an earlier article, published in a journal of neurology, that closely examines Ravel's clinical history and argues that his works Boléro and Piano Concerto for the Left Hand both indicate the impacts of neurological disease.[86]

¿Estaría loco Ravel? Jeje.

hugo dijo...

después del estreno parisino iván, se había convenido una presentación en montecarlo, que ravel no pudo llevar a cabo, por el recrudecimeinto de su afasia, ataxia y neurastenia, por lo que parece claro que era un paciente neurológico.

como señalo en el post, ravel para aprender como podía obtener un sonido completo solo con la mano izquierda estudió para componer el concierto la literatura pianística para la mano izquierda que ya existía de saint-saens y scriabin entre otros.

en cuanto al bolero parece que un día ravel tocó una melodía en el piano que le pareció que tenía una cualidad "insistente", por lo que siguió repitiéndola un gran número de veces sin ningún desarrollo, y luego en la orquestación aumentó el volúmen gradualmente todo lo que podía, por lo que para muchos musicólogos se adelanta 50 años a la música electrónica.-

koppieop dijo...

En los períodos barroco, clásico y romántico encuentro tanto (en)canto que me alcanza. Mi impaciencia -mezclada con pereza- me impide "probar" otros estilos. Consecuentemente, no tengo espacio para Ravel, excepto precisamente para su Bolero, que, sí, bien podría ser la creación de un loco. Pero de una manera u otra, desde la primera vez que lo escuché, me gustó ESA repetición melódica, y aún más cuando aprendí que cada una de las reiteraciones es ejecutada por diferentes grupos de instrumentos. Me parece que precisamente allí está su fascinación.
Saludos,
Federico

koppieop dijo...

En los períodos barroco, clásico y romántico encuentro tanto (en)canto que me alcanza. Mi impaciencia -mezclada con pereza- me impide "probar" otros estilos. Consecuentemente, no tengo espacio para Ravel, excepto precisamente para su Bolero, que, sí, bien podría ser la creación de un loco. Pero de una manera u otra, desde la primera vez que lo escuché, me gustó ESA repetición melódica, y aún más cuando aprendí que cada una de las reiteraciones es ejecutada por diferentes grupos de instrumentos. Me parece que precisamente allí está su fascinación.
Saludos,
Federico

hugo dijo...

federico en el arte como en la vida "sobre gustos no hay nada escrito" decía mi madre.

te acordás del crítico jorge d´urbano?: su colega napoleón cabrera -fallecido hace poco- me contó que el propio d´urbano admitía que para el stravinsky era un límite que no podía franquear.

no recuerdo que el mozarteumn haya incluído en sus ciclos regularmente a bartok por ejemplo, y sus socios parecen estar muy contentos que así sea.

en suma: escuchá lo que te gusta!!!